III Efectos analíticos en las instituciones

Reseña

Hacer existir un espacio, en este caso de trabajo, precisa de la participación de sus miembros, quienes, con el intercambio de sus productos, hacen evidente la presencia en lo que podemos llamar un encuentro, y ¿por qué no?, un debate. La práctica de la crítica asidua nos orienta en estos encuentros, por lo que no podía faltar en éste, el tercero de una serie que hemos propuesto como preparación al XX Seminario del INES “¿Qué transferencia en la psicosis? y Seminario-Conversatorio “El psicoanalista en una institución”, y que contará con la participación de Guy Briole, AME de la ECF y de la ELP, Presidente de la EFP.

Los efectos analíticos en las instituciones fueron puestos sobre la mesa a viva voz de dos apreciados colegas de la NELcf, Aliana Santana y Adolfo Ruiz, quienes se valieron de sus experiencias para dar cuenta de una fructífera tensión posible entre discursos. ¿Cómo el discurso analítico mantiene o no relaciones con la estructura de otros discursos dentro de las instituciones?

Aliana articula un par de significantes, una relación entre la TENSION y el COSTO. Del primero, destaca su constancia, forma que normalmente adquiere la interacción dentro de la institución, donde los Amos son necesariamente respetados, pero propone una solución posible al decir: “la tensión se resuelve con la práctica”.

En cuanto al COSTO, se tendría que consentir o no, en relación con lo que propone el Otro de la institución, lo cual no significa coincidir necesariamente con él, consentir sería en el mejor de los casos “a reivindicar la posición singular del que esté dentro de la institución”.

Así, Aliana nos recuerda que es posible mantener la tensión y el costo manejable, donde toca saber hacer con el resultado de que no todo lo que sea exigido se pueda dar.

Por su parte, Adolfo plantea la valoración de dos efectos posibles: el analítico propiamente, por el trabajo y presencia en la institución; y los efectos sobre los analizantes.

Ambos se encuentran íntimamente relacionados, pero del segundo podemos extraer la dimensión del acto analítico que se articula a la Acción Lacaniana presente en la institución, en el Otro que llamaremos social. Es un acto que se desprende del efecto que tiene en el analizante.

¿Qué mejor forma para propiciar cualquier efecto, que no es cualquiera, que escuchar y preguntar, familiarizarse y conocer?

Así Adolfo da cuanta de una vía posible para poder pescar los efectos en una institución, sosteniendo la hipótesis del inconsciente en una estructura donde ello resulta una novedad. Es una manera de dar lugar a los efectos analíticos, uno por uno.

Finalmente, ambos textos recogen el paso de una experiencia en instituciones en las que ya no se encuentran físicamente, pero que cada cierto tiempo tienen noticias de aquella novedad en la que han participado activamente. Preguntas por la transferencia, interpretación, construcción, lazos entre psicoanálisis e institución giraron en este encuentro, seguramente continuaremos su elaboración, junto a algunas nuevas en Guatemala y con transmisión en vivo para quienes deseen ser partícipes y hacer presencia.

Los invito a leer los textos de nuestros invitados, a formular sus propias preguntas y a iniciar la elaboración de respuestas posibles junto algunos otros

Ramón José Ochoa Brando
AP NELcf Sección Caracas