La contribución del sistema de pensamiento de Lacan en el campo de la cultura es vasto, uno de los campos en los que se apoyó para poder discutir desde otra perspectiva diferente a la cultura occidental, fue el referirse en algunas ocasiones de su seminario al pensamiento chino.
Reflexionando desde el pensamiento chino con el psicoanálisis es posible dar una respuesta a lo que se enuncia pero siempre deja un resabio de interrogante sobre el deseo del analista en la práctica analítica, sobre todo en la intervención del acting out, o frente a la angustia.
Si se descubre la cualidad de lo insípido éste puede desplegarse en distintos sentidos, constituye el valor de lo neutro. En la cultura china la insipidez es reconocida como una cualidad, la de la base, el centro, esta cualidad que se beneficia la cultura china, ha sido revelada a través de la poesía, vínculos sociales, etc.
El tema de la insipidez nos aleja de la teoría, pero no es sustituido por la mística ni la fe, tampoco se presta a una construcción abstracta, no es objeto de un rechazo categórico de cualquier discurso y salto a lo inefable.
La posición insípida nos aleja de la teoría, nos aleja de todo desarrollo simbólico que nos acerque al discurso de un saber, de un conocimiento, a la elaboración de un discurso.
Por otra parte tampoco es una posición ni religiosa, mística soportada en un acto de fe, ni de creencia, en un imaginario ni deidad posible, ¿cómo entender esa cualidad insípida que está referida a la neutralidad?, es la posición del analista más allá de la posición desde lo simbólico, el recurso de la palabra, el uso del significante y la interpretación, o los efectos imaginarios de producción de efectos de deseo. Éste enfoque nos pueda conducir a pensar una posición del analista, del deseo del analista dentro del registro de lo real, más allá del recurso simbólico e imaginario.